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El sexo casual, causa depresión.

El sexo casual, causa depresión.

Termine con él y decidí no volver a querer; me había hecho mucho daño viviendo al lado de alguien que no hizo sino engañarme, me sentí inestable, triste y defraudada.

No sabría explicarles porque después de eso asumí tener sexo por tenerlo, sin mantener algún cuidado por los sentimientos del otro y los míos, o preocuparme por cómo había pasado quien me acompañaba o que tanto habría disfrutado, solo quería satisfacerme a mi misma y demostrarme que era capaz de tener sexo sin amar, que al igual que él podía ser insensible.

Pensaba que todo estaba bien, tenía el mejor sexo que alguien podría tener, los cuerpos más exquisitos, las voces más grabes; era experta seduciendo. Pero, ¿en realidad era eso lo que necesitaba?, cada día me sentía más vacía y a pesar de que todos con quienes me acostaba decían experimentar maravillas conmigo, le daba poca importancia, era incluso insignificante para mí.

Empecé el blog escribiendo mis experiencias con la excusa de no olvidarlas, lo leyeron varios amigos y empecé a compartirlo, la acogida fue buena y se me hacía cada vez más fácil conseguir sexo con el hombre e incluso mujer que se me antojara.

Nadie sabe la trascendencia emocional que tiene el acostarse con alguien y despertar solo, porque le pediste que lo hiciera o porque simplemente esa persona lo decidió; solos, estamos solos, pero no es excusa para pasar por encima de nosotros y no valorar lo que ofrecemos o nos dan. Imagina la trascendencia que tendría en ti, salir a celebrar con tus amistades una noche y tener la desesperada idea de embriagarte y aunque sea besar a alguien, llevarte a la cama a alguien solo por calmar tu extrovertida idea de no “desperdiciar la noche”.

Me enamore del sexo cuando empecé a conocerlo como esencia y no en su forma pervertid, me enamore de la piel, de los olores, me enamore de la respiración, era fantástico cerrar los ojos e interpretar cada sensación que mi cuerpo ofrecía en el instante; me enamore del aprender a conocerme… ¿Qué me gusta?, ¿Que no me hace tan feliz?, ¿Que detesto?… Aprendí a explorarme, lo que fue excelente, puesto que aprendí a amarme.

Pero, seguí estando en el mismo mundo, 327 mensajes sin responder en mi bandeja de entrada de personas que manifestaban querer tener sexo conmigo, coqueteos sin fundamentos, fiestas descontroladas, dinero, alcohol, incluso drogas; para día a día despertar sola y vacía… Desnuda en mi cama y añorando alguien que me traiga el puto desayuno.

La gente socialmente necesita gente para no volverse loco, expresar lo que se siente y se quiere, sigo pensando que el sexo es la mejor experiencia del mundo y que ser bueno en ello es fantástico, que el sexo casual de vez en cuando es una buena terapia, si estas con alguien que respete lo que quieres, tus costumbres y además respete tu cuerpo, pero que tener sexo casual de forma seguida no es bueno, es deprimente, es un laberinto oscuro y profundo, parecido a la adicción a las drogas.

Pero todos inconformes, tal vez cuando ya deje de sentirme sola, procuré volver al mismo juego, o involucre en mi juego a quien me acompañe.

Tengan el sexo que les plazca, pero nunca tengan sexo cuando sabes que puedes pasar por encima tuyo, valora el cuerpo de los demás y ama el tuyo, cuidado, respétalo; no juegues con los sentimientos del la gente y si tienes sexo casual y no quieres algún tipo de enlace amoroso a futuro, no olvides dar para el taxi. 

View Comments (2)
  • Excelente…. de acuerdo, aunque personalmente creo que el mejor sexo es el que se tiene con quien amas…. y ser fiel es indispensable para sentirse bien con uno mismo….
    =D

  • De acuerdo, una decepción amorosa me llevó a eso, ahí me di cuenta que aunque no soy el más apuesto si soy bueno con las mujeres (nunca antes lo había considerado así), estuve con casi cada chica que me propuse, algunas de demoraron, otras no tanto, pero mi manera de hablar y comportarme con ellas me dio buenos resultados, pero luego algunas veces no había salido de la cama de ella (la de turno) y ya me sentía vacío, aburrido, solo con ganas de salir corriendo en vez de querer hacerlo otra vez. Excelente artículo.

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