Salí a tomar con mis primos y pedimos una ronda de cervezas, platicábamos sobre cosas que nos había pasado en todo el año y de repente él se acerco, saludando a mi primo efusivamente, se presento con todos y llamo a mi primo para hablar en privado; mientras ellos dos hablaban, mis primos y yo reíamos y contábamos uno que otro acontecer gracioso.
Mi primo se acerca y me dice:
-¡Lincy, mi amigo te quiere conocer!, ¿Quieres dar una vuelta con el en su camioneta?-
-Noooo, a mi me da mucha pena o pues no sé, si vamos todos, yo voy.-
Así que él encendió su camioneta y dimos varias vueltas por el pueblo, tomamos demasiado y él anoto mi número de celular.
Días después, me encontraba comiendo algo con una amiga en un restaurante y él llama:
-¡Hola hermosa! ¿Donde estas?-
-Estoy cenando con una amiga en x restaurante.-
-¿Puedo acompañarte?-
-Claro-
Él llego y el plan fue el mismo, después de cenar iríamos a beber algo, me besaba con muchas ganas, transmitía ser un hombre fuerte y ninfomaníaco, hablábamos y el tocaba sutilmente mis piernas con sus manos, me gustaba lo detallista que era para conmigo y me encantaba la forma en la que bailando su cuerpo se unía al mío y dije:
-¡Quiero tener sexo contigo!-
-¿Lincy, me estás hablando enserio?-
-Si, ¡Quiero tener sexo contigo!-
Tomo mi mano y salimos del lugar, encendió su camioneta y fuimos a un motel, al llegar pidió la mejor habitación (Cosa que en realidad no era necesaria, pero era bastante detallista), parqueamos su camioneta y entramos al cuarto.
Él comienza a besarme fuerte, mordía mis labios y mi cuello, me recostó en la cama y acariciaba mi cuerpo con propiedad; besaba mis pezones de manera excitante, tomaba mis senos con fuerza y su lengua rodeaba mis pezones mientras los besaba, apretaba mis nalgas y acercaba su pene a mi vagina con fuerza, comprendí que le gustaba el sexo fuerte y rápido, le excitaba que le dijera lo grande que era su pene y el dolor que produciría cuando entrara.
Me desnudaba mientras merodeaba mi cuerpo y a mí me encantaba y excitaba la propiedad y experiencia con la que me tocaba, realmente era una mujer afortunada por tenerlo conmigo en esa cama, un hombre maduro y con experiencia dilata mi vagina con facilidad; lo desnude, tenía un cuerpo entrenado, un gran pecho con brazos fuerte, amenazaba con jugar con mi clítoris si no me portaba bien y yo era su chica mala, me emocionaba que jugara con la punta de su pene en mi clítoris; me calenté lo suficiente, así que quien mandaba ahora, era yo; lo tome con fuerza y lo recosté en la cama, note como le excitaba mi nuevo rol, le amenace esta vez yo: ¡Si no te portas mal, no estaré dispuesta a darte el mejor oral que hallas disfrutado!, el iba a responder pero le calle la boca con mis manos y le bese el abdomen, su entrepierna, besaba sus testículos cuidadosamente y resbalaba mi lengua por su pene hasta que el me pidiera sumergirlo en mi boca, tome su pene y con la punta de mi lengua masajeaba la punta de su pene, su respiración aumento y comience a sumergirlo en mi boca, mientras, mi lengua lo rodeaba completamente, arriba y abajo, era el movimiento que mantenía mientras lamia su pene.
Él demuestra no aguantar más y me alza me recuesta de espaldas y sumerge rápido y fuerte su pene, era enorme, no pude evitar gritar y el comienza a moverse, me encantaba la manera en que ese hombre movía su cadera, que experiencia y precisión tenían sus movimientos, me golpeaba las nalgas y a mí me excitaba (Cuando en realidad lo detestaba), decía que le encantaba la manera en la que lubricaba y el calor de mi vagina, levanto mis caderas y me puso en 4, su erección era curva, así que estimulaba mi punto g, quería morir de la deliciosa sensación que mi vagina y yo la estábamos experimentando, me puse encima de él y con movimientos bruscos me movía de arriba para abajo, mis nalgas golpeaban con sus piernas y me sumergían en un sonido aun más excitante, cada segundo que pasaba lubricaba mas y sonaba mas encantador y perturbador el momento que pasaba con él; me recostó y subió mis piernas, yo no hacía más que mencionar la estupenda forma en que se movía y lo fascinada que me tenía su enorme pene.
Él me dijo que le dijera cuando quería que llegara, lo ame profundamente, por fin un hombre que no se venga sin dejarme antes disfrutar de él; disfrutamos de mas poses y el estando encima mío lo sentí venir, fue un orgasmo delicioso, sentía tensión en todo mi cuerpo, grite y rasguñe su espalda, el llego inmediatamente después a sentir la subsion exagerada de mi vagina.