Barbara La Hembra @BarbaraLaHembra

Quién es Bárbara La Hembra?

Me han invitado a escribir en ésta página, pues llamaron la atención algunos de mis trinos y consideraron que yo “escribía”. En primer lugar, quiero decir que es todo un honor que alguien considere interesante lo que pongo en mi twitter. Nunca tuve mayores pretensiones con mi cuenta, sólo la ví como un medio de expresión y se ha tornado algo mejor de lo esperado. En realidad no escribo, pero me emociona la idea de hacerlo. Veremos cómo nos va! Gracias totales por la oportunidad!

En ésta primera ocasión, sugieren que me presente. Obviamente, podrán ver mucho de mí en mi perfil @BarbaraLaHembra, pero aquí diré algunas cosas que tal vez no conocen aún y redundaré en otras. 140 caracteres nunca alcanzan para lo que una mujer quiere decir!

Lo primero, es absolutamente obvio: Me gusta el sexo. Creo que tengo la gran fortuna de haber nacido en una época de transiciones y de cambios, que me han permitido verlo de una manera distinta a cómo lo veía la generación inmediatamente anterior. Y me refiero a cómo lo vemos las mujeres. Los hombres, siempre han tenido más libertad.

Podría equivocarme, pero creo que mi madre aún es de las que ve el sexo como algo que no se debe disfrutar mucho, algo más encaminado a complacer al marido o a la reproducción, que al placer femenino. El daño que han hecho la sociedad y las instituciones religiosas a la mujer, al darle al sexo ese sentido pecaminoso, ameritaría libros que no llenarían la Biblioteca de Alejandría. Pero ese, podría ser tema para una próxima oportunidad.

Volvamos a lo de la presentación: Soy una mujer normal. Mucho más común y corriente de lo que se podrían imaginar. Soy modelo 75, cumplo 42 años en unos meses. 1,67 de estatura, sin ser alta, un poco por encima del promedio. Nunca he sido flaca y con los años, he aprendido a amar mi cuerpo como es, con algunos rollitos cuando me relajo un poco, pero siempre, bello. Y ésta, tal vez es la segunda faceta que habrán podido notar en mí: Aprendí a amar mi cuerpo. Es perfecto, en la manera que sólo los años nos permiten ver la perfección.

Llegué al mundo sw hace casi ocho años por un amigo. Adopté el nombre “Bárbara” hace dos, porque me di cuenta alguna vez que iba a una fiesta, que todas usaban pseudónimos. Y en una agradable charla en el carro, mientras ese delicioso aquelarre iba camino a la fiesta, cada una contaba y explicaba el suyo. Ahí se me ocurrió usar el nombre “Bárbara”. Me parece un nombre con carácter, que sólo puede llevar una mujer que llene esos zapatos.

El sobrenombre “La Hembra” vino el año pasado, cuando en una salida vainilla, alguien me dijo “Mucha hembra!” como piropo, en plena faena. Un corrientazo recorrió mi cuerpo. La sensación que esa palabra produjo en mí, me recordó que en alguna otra ocasión me lo habían dicho y había experimentado esa misma excitación. Fue fácil entender que ese debía ser el “apellido” de Bárbara.

El mundo sw lo vi como una forma de vivir mi sexualidad, a pesar de estar soltera. Pero me he encontrado con más que sólo sexo. Encontré un mundo en el que ser mujer es una posición de poder, que no vivimos en el mundo real. Y me fascina eso! Encontré una forma de abrazar mi feminidad de una manera más plena. Encontré en la lencería, una forma de expresión. También encontré una forma de expresarme estéticamente, a través de mis fotos. De igual forma, encontré un canal para decir lo que pienso de muchos temas de los que hablo mucho más mesuradamente en el mundo real. Incluso, encontré una forma de hablarle a los hombres sobre cosas que pensamos las mujeres!

Pero tal vez, lo que más me ha sorprendido gratamente, es que encontré una forma de transmitir un mensaje de empoderamiento a mis congéneres. De decirles que son bellas, porque lo son. De invitarlas a vivir plenas y a no aceptar menos de lo que se merecen, en ningún aspecto. De cierta forma, de transmitir algo de lo que he aprendido en mi propio camino, aunque también aprendo cada día de ellas.

Alguna vez una de esas amigas que he encontrado en twitter, me dijo “Cuando grande, quiero ser como tú”. Y se sintió tan bonito, como cuando me dijeron “Hembra” por primera vez. Algo debo estar haciendo bien, cuando una niña de 24 le dice eso a una de casi 42…