Cuando un hombre escucha la palabra “Feminismo” se espanta, es como si le dijeran “ que amas a Belcebú”. Para algunos de ellos es como si el feminismo fuera un culto “corta penes” o algo similar. Lo segundo que pasa por su mente es una mujer exagerada, gritona y cismática que esta en su período. Una Feminazi a la que le falta que “le den”.
Claro, no esta bien generalizar. He conocido muchísimos hombres que realmente se consideran feministas y son personas hermosas. Por mi parte no me considero de tal modo, no porque no quiera, ni porque no este de acuerdo con sus ideales, simplemente creo que me falta mucho conocimiento para autodenominarme de esa manera.
Una de las cosas que me parecen bellísimas del feminismo es la idea del apoyo mutuo, el respeto, igualdad y amor entre nosotras. Es algo que tienen los hombres y a nosotras nos falta.
Ellos son los primeros en mentir por el otro. Son capaces de meter las manos al fuego por sus amigos. Un claro ejemplo es el tema de la infidelidad, (Nunca debes preguntarle donde esta tu novio a su mejor amigo, no si esperas obtener la verdad) entre ellos nunca se van a delatar. El caso entre nosotras, como ya lo sabemos es muy diferente.
Lo que realmente me asombra es cuando una mujer se autodenomina “Machista” , sin embargo, lo entiendo dado las enseñanzas machistas con toques sexistas con las que hemos crecido. En un mundo lleno de mujeres que se odian entre si, viendo como los hombres entre ellos son leales y honestos. Eso explica porque una mujer dice: “Me llevo mejor con los hombres que con las mujeres” o “Tengo más amigos que amigas”
Aprender a confiar entre nosotras, apoyarnos y ser tan buenas amigas como ellos lo son, es algo complicado de poner en práctica. Lo que sucede cuando algunas aprendemos a hacerlo, es que comenzamos a abrir los ojos, vemos las desigualdades sociales, lo que hay que cambiar, las injusticias y justo ahí nos convertimos en las terribles Feminazis.
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