Cuando se toca el tema de fetiches como el sado en el sexo, se percibe muchas veces como una aberración y un bajo mundo al cual no estaríamos dispuestos a acceder, por lo menos nosotros, los más conservadores.
Tuve la fortuna de asistir a un “Fetish event” en Australia, donde no solo se manifiestan las diversas y extrañas maneras de obtener placer, sino la energía de estos personajes que fuera del evento son personas como cualquiera de nosotros.
Sin duda alguna las conversaciones con este grupo fetichista, reflejan un concepto muy comprensible y racional de las mil formas que existen de disfrutar aspectos del cuerpo humano y de la psiquis, que no nos atrevemos a experimentar y que están lejos de ser anormales.