Y como empezar a relatar esta historia, si mientras tanto, antes de dar un inicio busco en mi mente los recuerdos de un momento que por lo general «reseteo» porque en definitiva esto no es un estilo de vida, es un trabajo como cualquier otro.
Estaba de compras, me media unos jeans y buscaba el que mejor se ajustara a esas nalgas que muchas de nosotras queremos resaltar.
Parte I
Sonó mi celular, llamada de la agencia; y aquí comienza la historia.
Cada cita va a guardar siempre el mismo interrogante; Todos sabemos sobre sexo pero cada quien lo siente, lo vive y lo practica a su manera; entonces, ¿que de nuevo traerá este encuentro?
– Hola Sophi, estas disponible ahora para que vayas a un servicio con un catador?
-¿Un catador?
-Sí, un catador de acompañantes.
De inmediato hablamos sobre el lugar y la hora y a mí, que no me agrada llegar tarde a ningún sitio, me entra el afán. La cita, a las 12:30 y son las 11:05 de la mañana y aunque estoy cerca del sitio acordado no termino de decidir que comprar. Rápidamente escojo lo que voy a llevar, me organizo un poco e inicio el recorrido porque con los trancones en esta ciudad uno no sabe que suceda en el camino.
Recibo un mensaje por whatsApp:
– Vas bien de tiempo o estas colgadita.
Y pensé para mi ¿ansioso? Porque uno analiza muchos detalles de los clientes. Pero no era eso, tan solo un gesto de amabilidad que me quedó claro con el siguiente mensaje.
– si quieres te recojo dónde estés.
No fue necesario, Voy bien de tiempo y todo marcha normal.
Parte II
Llegué con unos cuantos minutos de diferencia que me dieron tiempo para comprar unos chicles y quejarme del calor que hacía. Voy en jean, camiseta y un jersey que pensé en quitarme pero, no quería llamar la atención. Creo que la discreción es algo que para muchos de nuestros clientes tiene gran valor.
De nuevo el celular
– Gira a la derecha
Y ahí está mi cita. Primera duda resuelta, la pinta. Se ve un hombre tranquilo, cordial y conversador, lo necesario para hacer el momento cómodo dentro de lo posible; a la final, seremos dos extraños compartiendo nuestros secretos.
Nos dirigimos a un lugar del sector y se le nota la experiencia en su oficio por la seguridad en lo que hace y dice, hablando con mucha propiedad de lo que desea
– ¿Está disponible «tal» habitación o tal vez esta otra?
El lugar tiene habitaciones con distintos estilos, eso hace la situación distinta. Nos acompañan a una de ellas…
Ya con más confianza charlamos un poco, algunas preguntas de uno al otro para conocer algo de forma general de la vida de cada uno.
Mientras me cuenta algo de su historia, me remonto días atrás cuando leía en internet algo sobre «catador de prepagos» … O sea que si existen, que no solo son un blog de comentarios de la gente y que así como se catan los vinos también las Escorts!. ¡Vea pues! como hemos avanzado en este asunto.
Mientras me cuenta un poco la historia sobre su trabajo, hay algo que me llamo mucho la atención, siempre la caballerosidad en su trato.
Parte III
Eso facilita el oficio porque a uno nunca deja de darle algo de miedito. Tiene bien claro cómo hacer sentir cómoda a una chica así que Tip #1: El buen trato desarrolla comodidad y eso lleva a desinhibirnos.
Para empezar, caricias por toda mi piel igual como yo poco a poco voy acariciando la suya. Ya la ropa comienza a hacer estorbo. Trato de ser yo misma, de ganarme su atención con carisma y sensualidad, no lo finjo, eso debe ser innato.
Le demuestro que me produce satisfacción sus miradas eróticas, los besos húmedos que siento en mi cuello y al estremecerme entiende que estamos ahí para disfrutar. Ese es mi claro objetivo, disfrute total.
Con más abrigo que nuestra propia piel me lleva a tomar una ducha con él y aprovecha el agua para iniciar una seducción, toca mi cuerpo, se antoja y yo también le acaricio en sus zonas más intimas, lo miro en silencio y le digo con mis ojos: mira todo lo que hay para ti y lo invito a pasar un rato delicioso juntos.
Tip #2 El aseo y la limpieza relaja nuestros sentidos, un baño puede aprovecharse y ¡de que manera!
Iniciamos en la silla erótica que se encontraba en la habitación probando diferentes posiciones me acomoda con pasión sobre esa silla, luego cambiamos y paso algo así como lo que dijo Arjona
«Para que describir lo que hicimos… si me besó hasta la sombra»!
Tip #3 somos seres de emociones, lo que nos origina placer se disfruta y se pide más.
Parte IV
La hora paso rápido; un poco de cansancio, muchísimo calor y esa sensación de tranquilidad y picardía a la vez porque… Esta vez me toco a mí!, he catado al catador! Pues esa era finalmente la intención. Buen conocedor de su trabajo, cordial y con un concepto claro: detrás de un cuerpo hay un ser humano. Con la confianza generada, se le puede dar un giro a la búsqueda del placer, para terminar siendo el encuentro de dos seres que demostraron su pasión y dieron vía libre a disfrutar de su sexualidad.
Termino esta experiencia entendiendo cada vez más una cosa; esto no solo se trata de sexo, ni simplemente una historia de cama, cada persona tiene algo para contar y compartir. Sus vidas, sus dolores, sus logros, sus fetiches, sus fantasías, sus pecados más profundos. Para muchos es un escape emocional, una forma de cambiar la monotonía porque.. Quién no se siente hostigado por la monotonía?. En este trabajo se aprende mucho del ser humano, de sus debilidades y gustos.
Creo que muchos envidiarían el trabajo del catador!
Por Sophi
Acompañante Rosaclub